miércoles, 24 de junio de 2009

Manos de tornasol, ahí estabas ...




De niña le trenzaba su pelo y adornaba su vestido blanco


desde abajo ella la miraba y le daba las gracias

con sonrisas y sueños de muchachita ilusionada




Tan simple como un abrazo, tan cálido como las manos
hacía vestidos en tonos claros mientras ella soñaba con usarlos
Soñaba con verla en vestido blanco, allá, en el tiempo en que ella creciera
mas no pudo ser: llegó el tiempo de dejar las costuras y peinados
Ahora yo cortaré las flores, esas que ponías en mi pelo cuando yo bailaba
arrancaré de todos los tonos, las más bonitas y formadas
trenzaré mis manos para arroparlas y depositare allí mi alma
mi afecto, mi respeto, mis recuerdos y mis andanzas

Mas no te puedo asegurar si habrá vestido blanco o si algún día llegue a usarlo

Ahora yo te doy colores, los que quieras voy a buscar
para llenar de flores bonitas y tu vestido arreglar
blancas para adornar tu calma
rojas para hacerte descansar
así trenzaré nuestras manos
y luego una historia te voy a contar
y abrazada a flores y colores, tu alma se dormirá en paz.-
"Mujer para el sol de mañana, mujer hasta el borde del alba...mujer que te pierdo...", Gracias por ayudarme y alimentar mis sueños . . . que hoy que te pierdo, más que nunca se levantan.







viernes, 12 de junio de 2009

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De vez en tanto todos soñamos y queremos imposibles -


(Indefinido, extraño, dulce, salado, complaciente y vacío). No hay manera, ni adjetivos, no hay conceptos, ni sentido. Una estupidez: mis manos vacías y mi mente ocupada, demasiado ocupada. Seguridad, sobre todo eso. No la tendré y menos ahora, no intentaré buscarla ni hacerla mía; quizás tenerla no soluciona nada. En concreto no es que sea yo, pero tengo mucho que ver. Hay veces en que lo mejor es dar un paso al lado, pero sin intentarlo nada puedes saber. Dilemas, paradigmas, como se quiera definir. No se trata de logística ni de lingüística, ni siquiera es cosa del saber. Mientras tanto seguiré esperando las mismas respuestas y me mantendré despierta con los mismos miedos, estaré igual de alerta con las mismas dudas y dormiré otro día más con la detestable sensación de la incertidumbre.

miércoles, 10 de junio de 2009

dónde... dónde quedó...




Sonrisas, palabras, gestos. Multitudes olvidadas e ignoradas. Días que eran noche y noches que no existían. La idiotez más grande de tu vida, el dolor más dulce y el fantasma de una herida.
Soñar sería mucho, más no hacerlo poco; cómo es que dos brazos se juntan, se entrelazan, se vuelven uno y se separan. Yo nunca he entendido esas actitudes: ni cuando sufren ni cuando extrañan, y no las entiendo porque no perduran, son momentáneas y difusas. A veces puede ser que estemos todos locos, que festinemos y nos olvidemos, o que al contrario, también lloremos. Nos abrazamos, nos sonreímos, nos mentimos y nos herimos. Al día siguiente todo está olvidado, se esfuman las palabras en la almohada y los actos se pierden entre las sábanas. Nada es más que dos minutos, quizás cinco, a veces diez.
Y dónde quedó lo que soñábamos?, lo que pedíamos?, los impulsos con los que actuábamos? ; hay veces en que el momento supera todo nuestro pasado y más aún la instancia, todo lo que anhelabamos.